Después de describir las ventajas y beneficios de saber relajarse física y mentalmente a través de la Relajación Total Consciente, vamos ahora a pasar a la parte práctica y ver un método sencillo para lograrlo.
La Relajación Total Consciente es un ejercicio físico-mental, pero un ejercicio pasivo en vez de un ejercicio activo como puede ser la Gimnasia o el Deporte, o el Ajedrez o los Crucigramas, y como todo ejercicio necesita una cierta práctica para aprenderlo bien y seguir practicándolo para perfeccionarlo, y cuanto más lo perfeccionemos más beneficios y en menos tiempo obtendremos.
Vamos a ver primero los requisitos aconsejables para empezar a practicar la Relajación, y digo aconsejables porque facilitan su aprendizaje y práctica, no porque sean condiciones necesariamente imprescindibles, ya que con el tiempo y la experiencia es posible relajarse en cualquier lugar , circunstancia y condición.
-Un lugar con temperatura agradable y en penumbra, en silencio o con música relajante sin letra ni melodía.
-Tumbado en el suelo boca arriba , sobre una colchoneta mínimamente mullida.
-Ropa cómoda y holgada.
-Preferiblemente no llevar metales pegados al cuerpo.
-Piernas y brazos separados a una distancia cómoda, con las palmas de las manos con tendencia hacia arriba y los dedos flojos.
-Ojos cerrados relajadamente.
Para empezar el proceso auto sugestivo de Relajación, empezaremos por lo siguiente:
- Nos movemos lo necesario para adoptar la postura de tumbados boca arriba cómodamente.
- Hacemos varias respiraciones abdominales profundas reteniendo la respiración unos segundos antes de dejar salir el aire, todo ello con la finalidad de empezar a centrar nuestra mente en el proceso relajatorio , y empezar a relajar un poco todos los músculos.
- Ahora dejamos libre la respiración, permitiendo que el cuerpo respire por su cuenta a su ritmo, y seguimos mentalmente ese movimiento en nuestro abdomen.
- Después de 8-10 respiraciones relajadas, nos concentramos intensamente en sentir nuestros Pies durante unos segundos, y aprovechando una de las exhalaciones lentas y relajadas de nuestro cuerpo, decimos mentalmente: RELAX. Y al decir mentalmente esa palabra sentimos como nuestros pies se relajan total y completamente.
- Después haremos lo mismo con las Pantorrillas, Rodillas, Muslos, Glúteos, zona lumbar de la espalda, zona dorsal o media de la espalda, Abdomen y cintura, Pecho, y de ahí pasaremos a las Manos, Antebrazos, Codos, Brazos, Hombros. Luego el Cuello, la Nuca, la Mandíbula, las Mejillas, los Labios, Ojos, Párpados y Frente.
- En este momento sentiremos ya todo nuestro cuerpo físico bastante relajado, y mentalmente nos sentiremos ya bastante tranquillos y serenos.
- Ahora nos concentraremos en sentir nuestra respiración, que será ya muy lenta y relajada, y en sentir como a cada exhalación todo nuestro cuerpo se va relajando más y más, hasta el punto de que podemos llegar a no sentir todo nuestro cuerpo o algunas partes de él, señal perfecta que nos indica que la relajación de esa parte que no sentimos es perfecta.
- Seguiremos mentalmente disfrutando de esa sensación de Relajación física, lo cual conlleva una sensación de Paz mental, sintiendo todo ello de instante en instante AQUI y AHORA. Si hemos echo bien todo el proceso, cuando nuestro cuerpo físico y nuestra mente ya hayan descansado lo suficiente, ellos mismos nos darán la señal para salir de la Relajación Total Consciente. Para ello deberemos empezar a respirar más rápido y profundo, moviendo los dedos de manos y pies, parpadeando y empezando a tomar consciencia del mundo externo, y poco a poco nos iremos moviendo hasta incorporarnos lentamente, sintiéndonos relajados y llenos de energía.