«Si tu felicidad es inversamente proporcional a la mía, algo está funcionando mal entre nosotros» (Walter Riso)
Casi todos tenemos alguna persona tóxica en nuestro entorno que consume nuestra energía y nos hace la vida muy difícil. Son los vampiros emocionales. Disfrazados de personas normales y aparentemente inocentes, una vez que se han ganado nuestra simpatía, , confianza o compasión, nos chupan toda la energía emocional.
Obviamente, para que exista un vampiro debe existir quien le ponga el cuello, traspasándole la propia energía y voluntad. Por esa razón , si tienes a uno de ellos cerca de ti y te interesa entenderte con él, has de lograr que considere que tienes sentimientos, necesidades y dignidad. Que eres una persona tan válida como él, ni superior ni inferior.
Cuenta con que es probable que esa persona que te trata de absorber jamás cambiará totalmente de actitud. Pero puedes enseñarle los límites de su conducta, el espacio que te corresponde y que no estás dispuesto a ceder. La imagen de seguridad que muestres hacia el exterior y el alto concepto que tengas de ti mismo constituyen el mejor talismán defensivo contra los abusos emocionales. Pero si lo que quieres es librarte de ese vampiro emocional que continuamente te acecha:
-ESTABLECE REGLAS PARA LA CONVIVENCIA: Marca límites y resguarda tu integridad emocional. Si no lo respetan, fija medidas de distanciamiento.
-CUIDA TU AUTOESTIMA Y TU VALORACION: No caigas, por compasión, en sus redes.
-NO TE TRANSFORMES EN SU CONFIDENTE. O no soltarán su presa. Huye de su ayuda. Luego te cobraran emocionalmente y con creces el favor.
-DESENMASCARA SUS MANIPULACIONES: Y frénalas a tiempo con contundencia. Da crédito sólo a sus actos, no a sus promesas y zalamerías.
-NO HAGAS DE SALVADOR: Para que su juego psicológico funcione, los manipuladores necesitan que alguien les proteja. Luego pasarás a ser la víctima. Así que no trates de «salvarles».
Da el alto a quienes se cuelgan de ti, aunque se trate de tu jefe, tu pareja o tu amigo/a. Diles que pueden andar muy bien sin su bastón ( o sea, tú)
LA CLAVE:
NO DEJES QUE LOS ABUSOS SE REPITAN: Cuando una persona acostumbra a abusar de nuestra confianza, además de conseguir lo que quiere, le estamos dando la oportunidad de sentirse superior a nosotros. Le estamos otorgando poder sobre nuestra vida. Está claro que no podemos dejar que esos abusos continúen. Lo primero que tenemos que hacer es hablar con ella y decirle como nos sentimos. Si su actitud no cambia, tendremos que alejarnos de ella, pues no nos conviene.
(Este texto es el capitulo 32 del libro » 99 maneras de cuidar de ti y quererte como mereces» de la editorial GLOBUS)