«El que no sabe a qué cosas atender y de cuáles hacer caso omiso, atiende a lo que no tiene importancia y hace caso omiso de lo esencial»
Una de las claves para vivir con calma y plenitud es saber poner cada cosa en el lugar que le corresponde. El estrés, el sentimiento de frustración y el bajo rendimiento de muchas personas se debe, casi siempre, a que no saben priorizar y acaban derrochando su energía en cosas secundarias.
Cuando llega a lo realmente importante se sienten agotadas porque han estado luchando en 1000 frentes, como un Dios de múltiples brazos que pudiera abarcarlo todo.
Al atender muchas cosas a la vez corremos el riesgo de hacerlo todo mal. Por lo tanto, es momento de separar el grano de la paja y concentrar los esfuerzos en aquello que vale la pena. Podemos formularnos las preguntas : «¿Qué es lo más importante para mí?», «¿ Le estoy dedicando la atención que merece?», «¿ Puedo prescindir de algunas cosas que saturan mi tiempo y mi energía?».
Si conoces cuáles son tus prioridades, te resultará más sencillo descargarte de lastres innecesarios para vivir con sentido y tranquilidad.
PON LAS COSAS EN SU SITIO
Elabora una vez al mes una lista con las cosas que quieres, o debes, hacer a corto plazo. Distribúyelas en 3 columnas con el encabezamiento » urgentísimo», » urgente» y «puede esperar». Ocúpate solo de la primera categoría y pon una fecha de realización a cada proyecto. Olvídate de todo lo demás hasta la próxima lista.
(Este artículo es el capitulo 20 del libro «99 Maneras de ser feliz…y 99 recetas Budistas para vivir con plenitud» de la Editorial GLOBUS COMUNICACION)