«El arte de ser sabio es el arte de reconocer lo que debemos pasar por alto» ( William James)
A qué dedicas tu tiempo? Estás satisfecho con lo que consigues? O con el paso de las semanas, meses o años, te das cuenta de que has empleado la mayor parte de tu energía en asuntos urgentes, pero poco importantes, que no han aportado nada valioso a la realización de tus objetivos?. Si sientes que la vida se te escapa, como agua entre los dedos, es hora de que reflexiones sobre lo siguiente: ¿ qué puedes hacer, que no haces ahora, y que si lo hicieras regularmente representaría una tremenda diferencia positiva en tu vida personal?.
Para lograr una vida plena, con equilibrio, no hay que descuidar lo importante, aunque no parezca urgente, porque los objetivos no se consiguen realizando cosas urgentes, sino precisamente importantes, incluso cuando a veces haya que dejar de lado las perentorias ( o las que lo parecen).
Sin embargo, lo urgente nos engancha, nos crea una especie de adicción, nos dedicamos a atender más los asuntos que requieren una atención inmediata que suelen ser parte de la rutina de la vida y que además nos generan estrés.
Cómo estamos tan ocupados con ellos no centramos nuestra atención en lo importante: la familia, la salud, el desarrollo personal, y la preparación profesional. Son áreas que incluyen actividades valiosas, como son: cuidarse más, cultivar la mente , tener detalles con la pareja, compartir las tareas del hogar, jugar con los hijos, hacer un curso formativo, caminar para estar en forma, etc. Pero en el curso del día, de la semana, tenemos muchas distracciones urgentes que nos alejan de las actividades planeadas, que nos distancian de los objetivos importantes.
LA CLAVE
-Gestionar el tiempo: el esquema de gestión de tiempo ABC de Stephen Covey, ayuda a establecer prioridades. Una vez definidas las tareas del día, semana, etc, las agrupamos en el apartado correspondiente: A ( actividades a realizar de inmediato), B ( actividades a programar), y C ( actividades a realizar después de la A y B). Por último haremos un apartado en el que incluiremos las actividades a eliminar, es decir, aquellas que no son ni urgentes ni importantes.
-Actividades A: son urgentes e importantes. Constituyen el 65% de la realización de nuestros objetivos, y únicamente requieren la inversión de un 15% del tiempo ( proyectos cuyas fechas vencen , crisis, ayudar a un hijo…).
-Actividades B: son importantes y no urgentes. También son valiosas para la realización personal y ocupan el 20% del tiempo ( planificación de largo alcance, relaciones personales…).
-Actividades C: son urgentes y no importantes. Ocupan el 65% de nuestro tiempo, y solo nos permiten obtener el 15% de nuestros objetivos. Se pueden delegar, suprimir o reorganizar ( interrupciones, llamadas no importantes…).
( El presente artículo es capítulo 64 del libro «99 MANERAS DE CUIDAR DE TI Y QUERERTE COMO MERECES», de la Editorial GLOBUS)