«No hay ni uno solo de los astros que contemplas que, en sus evoluciones, no cante como un ángel del cielo» (Shakespeare)
Cómo podemos cultivar la armonía interior? Según Deepak Chopra , lo primero que tenemos que hacer es cambiar nuestra percepción de nuestro cuerpo físico, y empezar a considerarlo como campo de energía, consciencia e inteligencia: eso nos hará respetarlo. Y el resto son hábitos saludables de vida: descansar a través del sueño y la meditación; ser consciente de la importancia de una alimentación sana (no atiborrar nuestro cuerpo con alimentos tóxicos, químicos, enlatados o etiquetados), tomar algún suplemento nutricional o vitamínico (hoy en día la alimentación, aún natural, no es suficiente); practicar algún tipo de ejercicio de coordinación cuerpo-mente, como Yoga o Tai-Chi, y hacer ejercicio con regularidad.
LA CLAVE:
-Trabajar por la paz: asumiendo que es una labor interior y exterior que exige autoconocimiento e interrelación con los demás.
-Cultivar el amor: hace que la gente se sienta segura y poderosa, sana el cuerpo y aniquila el temor a la muerte; es la fuerza más poderosa que existe y está a nuestra disposición.
-Fomentar las relaciones con los demás: nos servirán de espejo de lo que nos gusta y de lo que nos irrita de nosotros mismos, y nos ayudarán a mejorar paso a paso.
– Satisfacer el éxito material: tenemos necesidades que cubrir, y muchas son materiales. La cuestión es que ese éxito no atente contra nuestra realización como persona, contra el resto de facetas de muestra vida o contra el bienestar colectivo.
-Procurar la armonía de nuestro entorno: el cultivo de la paz empieza en nuestro entorno más inmediato: en la familia, en el trabajo, en la pareja.
-Respetar nuestro cuerpo: tenemos que empezar a considerarlo como lo que es: un campo de energía, consciencia e inteligencia.
-Cuidar los aspectos físicos de nuestra paz interior: el descanso, la buena alimentación, el ejercicio físico, la meditación. el silencio.
-Fomentar los aliados psíquicos de esa paz interior: rodearnos de amor, saber perdonar, no darle vueltas a lo inevitable o a lo doloroso, crecer como persona, ayudar a los demás, ser independiente, descubrir un sentido más amplio de uno mismo ( transcender el yo para abrirnos a los demás) y cultivar la fe como (penetración en el misterio de la vida), la armonía, la ternura, la generosidad y la introspección.
-Rechazar la violencia: esta no solo es moralmente reprochable: significa que no hemos sido creativos a la hora de buscar soluciones a nuestros problemas. No juzgar, ni juzgarnos.
-No buscar la felicidad: cuanto más la persigamos, más lejos la veremos. Sólo hemos de hacer lo que debamos y el bienestar personal invadirá nuestra vida.
( Este texto es el capítulo 69 del libro «99 maneras de lograr una vida plena», de la Editorial GLOBUS)