Como ya hemos dicho, el Cuerpo Espiritual o Espíritu, forma parte de la composición del Ser Humano. Todo el mundo ha oído hablar del Espíritu, del Alma, de la Espiritualidad, pero la realidad es que la gran mayoría de los seres humanos de este planeta solo perciben o captan sus cuerpos físicos, mentales y sus emociones y sentimientos. Esa «cosa» llamada Espíritu, es algo que parece que solo existe en el vocabulario y en el mundo etéreo.
Hasta ahora parece ser que todo lo relacionado con el Espíritu se relacionaba con la Religión, entendiendo por Religión las establecidas socialmente: Cristianismo, Mahometanismo, Hinduismo, Budismo… , y no el significado real de la palabra, que significa re-ligar, re-unir, el Espíritu Humano con el Espíritu Divino.
Y claro, cada Religión social tiene un concepto distinto de como sentir y desarrollar esa parte espiritual, pero en lo que todos coinciden es que es algo inmaterial que sigue perviviendo una vez que la parte Humana muere, desaparece.
Pero la realidad es que a pocos Humanos parece importarles lo que les va o puede suceder después de la muerte y vivir su vida de acuerdo a las Leyes o Principios Divinos Universales, y ello se demuestra en la gran identificación que tienen la gran mayoría de los Humanos con los placeres y posesiones puramente materiales y/o intelectuales.
Si nos fijamos bien, todos los Seres Humanos de este planeta, independientemente de la raza, color de piel, creencias religiosas, tenemos las mismas necesidades físicas, emocionales y mentales, y que independientemente de las creencias Espirituales-Religiosas que tengamos, nuestro Espíritu tiene la misma naturaleza, características y necesidades.
Es como un coche: independientemente del tipo de carrocería, ruedas, etc que tenga, todos los coches tienen una cosa en común: todos se mueven con un motor, y ese motor tiene que ser alimentado por algún combustible. Ningún motor puede moverse, por muy potente que sea ese motor, sin algún combustible que lo alimente. Ese motor que le da vida a la parte Humana, es el Espíritu.
La cuestión es: ¿Con que tipo de combustible alimentamos nuestro Cuerpo Espiritual? ¿Con que tipo de creencias y sabidurías espirituales alimentamos nuestra vida? ¿Con los que nos unen al resto de los Seres Humanos, independientemente de lo que esos otros Seres Humanos piensen y crean, o con los que nos separan de esos otros Seres Humanos que creen en «un combustible Espiritual» distinto al nuestro?
Hay quien dice que en esta Era del Aquarius, con su tónica característica de SABER, en contraposición a Creer o Suponer, todos los Seres Humanos llegaremos a usar el mismo «combustible Espiritual»: el mas elevado, el menos contaminante, el mas eficaz, el mas ecológico, etc, que seria tanto como decir que todos alimentaremos nuestra actitudes espirituales con las mismas reglas, conocimientos y sabidurías fraternales, que harán que todos sepamos, comprendamos y sintamos que somos hijos del mismo PADRE DIOS y de la misma MADRE TIERRA, y eso se traducirá en una sociedad y planeta mas unidos y fraternales.
En próximas entregas iremos ampliando el concepto de Espiritualidad Aquariana, como una síntesis de la esencia principal de todas las Religiones actuales, como símbolo de una única Religión Humana.