Continuando con la visión Holística de la composición del Ser Humano y sus necesidades, y digo necesidades, no deseos ni bajas pasiones, vamos a ver hoy aspectos que tienen que ver con nuestro Cuerpo Mental.
Todos sabemos que poseemos unas facultades mentales (memoria, razonamiento, imaginación, etc) que nos permiten desenvolvernos en este plano Humano, y que en función de como utilicemos esas facultades así será de fructífera nuestra vida, entendiendo por fructífera el grado de felicidad que nos proporciona a nosotros mismos y los que nos rodean y acompañan en este viaje humano.
Cualquier facultad que tiene el Ser Humano la puede emplear para el Bien o para el Mal, tanto para si mismo y/o para los demás (ya veremos mas adelante las consecuencias negativas que tiene para uno mismo usarlas mal para los demás). Y además de usarlas para el bien (o para el mal), para si mismo y/o para los demás, también puede emplearlas a medias o al máximo de su capacidad, y esto depende de la intensidad con que las utilice. A esta intensidad se la conoce con el nombre de CONCENTRACIÓN: Con-Centrar: Centralizar: Poner en el centro. Es como cuando concentramos los rayos solares con una lupa: Se centran todos los rayos en un punto concreto y se consigue incendiar el material sobre el que se enfocan (si es que el material es combustible, claro esta!).
Pues así sucede con nuestra memoria, razonamiento, imaginación, etc, cuando las con-centramos eliminando todos los pensamientos ajenos a lo que deseamos en ese momento, las energías de esa facultad mental de ese momento, se pueden manifestar al máximo por no tener interferencias mentales inútiles y/o perjudiciales.
La facultad de concentración mental es la llave que abre y cierra el resto de las facultades mentales, de tal manera que nos permite pensar y dejar de pensar a voluntad, recordar y dejar de recordar a voluntad, imaginar y dejar de imaginar a voluntad, etc, etc. Y nos sirve también para tomar conciencia de los pensamientos o imágenes que en ese momento estamos teniendo o de lo que esta dentro del campo de nuestros sentidos físicos.
Cuando la concentración es perfecta permite que las facultades mentales (y también las físicas) las aprovechemos al máximo, con lo cual los resultados son mayores.
La capacidad de concentración se puede y debe entrenar con actitudes y ejercicios adecuados, para ir entrenando nuestro cerebro y nuestra mente a ponerse a nuestro servicio y no nosotros al de ellos volviéndonos esclavos de pensamientos inútiles y o perjudiciales que no nos permiten vivir la vida con felicidad.
Seguiremos hablando de este tema con mas extensión e intensidad en las próximas entregas.
Termino con una frase que dice: El Ser Humano sabio y consciente, piensa; el Ser Humano ignorante e inconsciente es pensado por su propia mente descontrolada